viernes, 18 de agosto de 2017

Avances en inmunoterapia en cáncer, TCR, BiTE, Microbianos monoclonales

Antonio Iñesta. Blog Web2.0 y Salud http://fecoainesta.blogspot.com.es/
     Hasta ahora se han revisado: (Blog 14/08/2017) las combinaciones de inhibidores de puntos de control inmunitarios (nivolumab, pembrolizumab) con inhibidores IDO (indoximod, epacadostat), y con fármacos epigenéticos (HDACi: entinostat, mocetinostat, panobinostat, vorinostat; DNMTi: 5-AZA, romidepsina); y (Blog 16/08/2017) Terapia celular (transferencia celular adoptiva: linfocitos T infiltrantes del tumor (TIL), terapia CAR-T (CTL019 o tisagenlecleucel de Novartis, CAR-T de Kite Pharma).
En este Blog veremos el Receptor de células T (TCR), los Acopladores biespecíficos de células T (BiTE), y los Microbianos monoclonales.
Además de la terapia CAR-T, el Receptor de células T (TCR) es otra de las moléculas más comúnmente utilizadas para redirigir las células T hacia los antígenos asociados al tumor (TAA). El receptor de células T (TCR) es una estructura notable que desencadena una cascada compleja de señalización cuando se une al antígeno asociado al tumor. A diferencia de las CAR-T que reconocen las proteínas expresadas en la superficie, los TCR pueden reconocer las proteínas (antígenos) tumorales específicas en el interior de las células. Cuando las proteínas tumorales específicas se dividen en fragmentos, aparecen en la superficie celular con otra proteína llamada Complejo principal de histocompatibilidad (MHC, major histocompatibility complex). Los TCR se diseñan para reconocer una combinación de fragmento de proteína específica de tumor / MHC.
Hay todavía un problema con la durabilidad Esto es particularmente verdad en los tumores sólidos en los que el microambiente hostil se presta a conducir al agotamiento de las células T. Encontrar formas de sostener la actividad de las células T será crucial para el éxito de la inmunoterapia. Los TCR todavía están en desarrollo temprano.
Cuando la investigación básica descubra más información sobre las diversas interrelaciones genéticas y celulares en el microambiente tumoral, se explotarán más puntos de control.
Mejorar la seguridad de las células T genéticamente modificadas. La heterogeneidad en la expresión del antígeno en tumores y la ausencia de antígenos específicos de tumores ha sido un obstáculo para el desarrollo tanto de TCR como de CAR-T dirigidas contra tumores sólidos. Esto promueve el escape de los clones negativos del antígeno, el reconocimiento del antígeno expresado en tejidos sanos (toxicidad en la diana, ON-target toxicity) y el reconocimiento de un antígeno muy similar en tejidos sanos (toxicidad fuera de la diana, OFF-target toxicity) que provoca efectos secundarios graves.
Para superar tales problemas de selección de antígeno, los receptores de antígeno biespecíficos se expresan en la misma célula T para dirigirse a dos antígenos asociados al tumor (TAA). La justificación detrás de este enfoque es que la señalización de células T es activa sólo cuando ambos receptores se unen a sus antígenos diana en la misma célula tumoral.
Acopladores biespecíficos de células T (BiTE, Bispecific T-cell engager), anticuerpos monoclonales biespecíficos artificiales, forman un enlace entre células T y células tumorales, esto hace que las células T ejerzan actividad citotóxica en células tumorales produciendo proteínas. Estas proteínas entran en las células tumorales e inician la apoptosis de la célula. Fueron eficaces con una alta tasa de respuesta en pacientes con leucemia linfocítica aguda (ALL). Tenían limitaciones importantes, incluyendo una semivida muy corta, necesitaban ser infundidos crónicamente con una bomba de infusión. Se está buscando mejorar las propiedades de los BITE de primera generación y resolver algunos de estos problemas.
Microbianos monoclonales. Ya se habló en este Blog del microbioma gastrointestinal (ver Cáncer colorrectal y Microbioma de 3 de mayo de 2017) que se considera cada vez más como un factor determinante de la salud y la enfermedad, incluido el cáncer. Los beneficios podrían venir a través del uso de medicamentos vivos o probióticos para modificar las comunidades microbianas residentes de una persona.
El campo ha evolucionado hacia el desarrollo de Microbianos monoclonales, dirigidos a la modulación del sistema inmunológico frente a la modulación del propio microbioma.
Las herramientas están disponibles y una vez se identifiquen los microbios relevantes se podrán desarrollar de forma segura y eficaz como agentes farmacológicos. Un área clave será el desarrollo de procesos y la fabricación, porque son agentes biológicos. Los productos son cepas de microorganismos administrados por vía oral que inducen una respuesta inmune antitumoral sistémica con potencial para tratar el melanoma, cáncer de pulmón no microcítico, cáncer renal y de vejiga. Los productos ejercen un efecto inmunomodulador sistémico antitumoral a través del lumen del intestino. Se pueden utilizar solos o en combinación con inmunoterapias actuales.
En el futuro, se podrán tener establecidas terapias microbianas monoclonales, como una modalidad fundamental en la industria farmacéutica, con gran relevancia en muchas enfermedades, y la capacidad de desarrollar estos productos eficaces, seguros, y por vía oral.
Las empresas start-up están entrando en la oportunidad terapéutica inmuno-oncológica del microbioma. Una de estas empresas, Evelo Biosciences, planea comenzar la primera prueba en humanos de sus productos - microbianos monoclonales - a principios de 2018.
Nota. Páginas Web utilizadas:
The cancer-immunity cycle as rational design for synthetic cancer drugs: Novel DC vaccines and CAR T-cells. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1044579X17300305

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